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Las clases de vinos depende de multitud de factores. Si bien el vino puede clasificarse según la variedad de la uva, el color o el nivel de azúcar, hoy hablaremos de un factor determinante que fundamenta el principio de la clasificación del vino: la edad.
Al igual que con nosotros, el comportamiento del vino suele variar según la edad. De esta manera, mientras a unos les favorece el paso del tiempo, otros deben consumirse un tanto más temprano.
Sin embargo, antes de entrar en materia, es importante comprender que la clasificación del vino puede presentar ciertas variaciones dependiendo de la D.O, aunque a grandes rasgos los vinos (según la edad) pueden diferenciarse en dos clases particulares: jóvenes y de crianza.
Tabla o índice de contenidos:
Clasificación del vino según la edad
Como bien se mencionó anteriormente, la edad es uno de los principales aspectos a tomar en cuenta a la hora de clasificar el vino. Los vinos jóvenes, por ejemplo, presentan diferencias notorias sobre los vinos de crianza, quienes a su vez se someten a complejos procesos de fermentación para alcanzar la textura, color y sabor característico.
Vinos jóvenes
Son aquellos que no pasan del periodo de crianza en madera después de la vendimia. De esta manera, son vinos muy específicos que conservan la esencia de la uva de la cual proceden, tal y como sucede con los vinos blancos, tintos y rosados.
Vinos de crianza
A diferencia de los vinos jóvenes, los vinos de crianza sobrepasan el tiempo entre barrica y botella, de manera que el tiempo y tipo de envejecimiento que se aplica, además de la uva de la que proceden, determina la calidad del vino.
Crianza
El envejecimiento del método de crianza parte de 2 años, de los cuales los primeros 6 meses el vino se almacena en barricas de roble. Este tipo de técnica también determina el rojo intenso del vino tinto o la tonalidad casi dorada de los vinos blancos, por ejemplo.
Reserva
Los vinos de reserva son aquellos con un envejecimiento mínimo de 3 años, de los cuales 1 año se mantiene en barrica de roble. De esta manera, este tipo de vinos se distingue principalmente por su aspecto, ya que tienden a perder el color característico de un vino joven.
Gran reserva
Los vinos de gran reserva tienen un envejecimiento de 5 años mínimo, de cuales los primeros 2 años se almacenan en barrica de roble, mientras que los últimos 3 años terminan en botella.
En este punto, la tonalidad y espesor del vino cambia por completo, notándose claramente en el tono anaranjado de los vinos tintos, o en el dorado oscuro de los vinos blancos.
Como dato curioso, la D.O le da un nombre distinto a cada tipo de vino de acuerdo al envejecimiento del mismo:
Pálido: Envejecimiento de hasta 6 meses
Noble: De 2 a 3 años aproximadamente.
Añejo: De 3 a 5 años.
Trasañejo: Más de 5 años.
Otras clasificaciones
Otras clasificaciones competen al color, la cantidad de azúcar y al grado de alcohol en cuestión. Aspectos que debemos conocer si somos amantes del buen vino.
Color
Según el color, los vinos pueden subdividirse en tintos, rosados y blancos. Los vinos tintos, por ejemplo, se obtienen a través de la uva tinta, mientras que el color se alcanza mediante el pigmento del hollejo de la uva.
De esta manera, entre más tiempo esté el mosto inmerso en el hollejo, más intenso será el color del vino a degustar. Por otro lado se encuentran los vinos rosados, que se obtiene también de la misma forma sólo que el contacto entre el mosto y el hollejo es mucho menor.
Por último pero no en importancia, están los vinos blancos, cuya obtención por prensado es posible gracias a la uva blanca o negra. En el caso particular de las uvas negras, es obligatorio evitar que el mosto obtenga color, por lo que es una necesidad inmediata separar el mosto de los hollejos.
Azúcar
El vino también se clásica según el azúcar residual, dado a la función que tiene el azúcar sobre el correcto proceso de fermentación. Por lo tanto, dependiendo de la cantidad de azúcar, podemos dividir los vinos en secos, abocados, semisecos, semidulces, dulces y dulces naturales.
Grado de alcohol
En los vinos tintos, el grado de alcohol oscila entre los 8 y 14º, aunque también podemos encontrar vinos entre 14 y 25º, como es el caso del Jerez, Manzanilla y Amontillado.
Los vinos blancos tiene un grado de alcohol que va desde los 8 a los 11º, aunque los blancos con cuerpo llegan hasta los 12º, al igual que sucede con los vinos rosados.