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Los pavimentos y suelos de hormigón industrial nos ofrecen opciones económicas, con buen resultado frente al paso del tiempo y un mínimo mantenimiento. Detalles que los hacen muy interesantes.
Y es que se trata de un material alternativo y compuesto por losas de hormigón de diversos tamaños. Algunas de ellas instaladas, más pequeñas y colocadas en masa con juntas transversales para su separación. Y otras de un mayor tamaño o como una losa continua.
El resultado es un suelo con una superficie gruesa y rígida, lo que le confiere una gran durabilidad. Además de completar su instalación con una base y sub-base que refuerzan este resultado.
Tabla o índice de contenidos:
Hormigón impreso
El hormigón impreso es uno de los más demandados, tanto para parques, calles y zonas comunes como para todo tipo de exteriores.
Porque, además de su precio competitivo, permite escoger colores y formas con acabados increíbles. Desde la imitación de losetas o adoquines hasta con formas de maderas, muy bien conseguidas.
Un producto impermeable que permite una gran flexibilidad en sus diseños. Y, además, puede soportar perfectamente un tránsito continuo con un mantenimiento mínimo.
Hormigón impreso vertical
El hormigón impreso vertical se emplea en fachadas como revestimiento y, aunque su grosor es bastante inferior al del pavimento, ofrece muy buenos resultados.
También permite un amplio abanico en diseños, colores y formas, pero mejor aún que eso es el efecto en grandes superficies. Ya que aporta continuidad a tu fachada, por compleja que esta sea.
Y otro factor decisivo es su carácter impermeabilizante, lo que lo convierte en un material muy competitivo.
Hormigón pulido
Este tipo de hormigón pulido se emplea más en interiores, naves, garajes, como pavimento industrial y también en oficinas y algunas viviendas. Se trata de un pavimento continuo de hasta 20 cm con un acabado espectacular.
Dentro de su variedad de colores, se puede optar por el pulido y el semipulido. En el primer caso obtendrás un suelo elegante, brillante, duradero y muy actual.
Pero si prefieres algo más industrial o mate, siempre puedes optar por el semi pulido. Este último es perfecto para almacenes y garajes, aunque su comportamiento en suelos es igual de bueno que en el caso anterior.
Hormigón desactivado u hormigón lavado
Otro tipo de pavimento o acabado es el hormigón desactivado. En este caso, se aplica empleando una técnica diferente para que quede rugoso. El resultado equivaldría a los suelos compuesto por millones de pequeñas piedras.
Esto lo convierte en perfecto para equiparar superficies desiguales o para unificar zonas. Y suele colocarse en zonas peatonales, en los cascos urbanos o en espacios de recreo. Y tú ¿con cuál te quedas? Todos ellos los podrás encontrar en servicios de pavimentación y empresas especializadas.