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Para tener una cocina impecable conviene saber cómo limpiar la vitrocerámica. Sacar brillo a la vitro y mantenerla impoluta te reportará un electrodoméstico funcional.
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Limpieza de cocinas y placas vitrocerámicas
En primer lugar, embadurna la superficie de la placa vitrocerámica con jabón no abrasivo. Usa un producto específico para vitrocerámicas o jabón para platos.
No utilices estropajos sino una esponja para evitar rayarla. Si hay incrustaciones, retíralas con cuidado con una cuchilla rascador para la vitrocerámica.
Con un paño húmedo, aparta el producto de limpieza y seca la vitrocerámica con papel de cocina. Así te quedará una superficie impoluta.
No limpies la vitrocerámica caliente
El calor hará que el limpiador para vitrocerámicas dañe la superficie. Por ello aparecen esas molestas manchas blancas. Solo hay un par de casos en los que se limpia aún caliente. Si derramas un líquido o si se queda adherido un pedazo de aluminio o plástico.
Como limpiar la vitro quemada
A veces, no se puede limpiar la vitrocerámica al instante y una gran costra negra persiste en la placa de la cocina vitrocerámica.
Solo necesitas mezclar un par de cucharadas de bicarbonato en unos 50ml de agua hasta obtener una pasta. Vierte esa pasta por toda la zona quemada y déjala actuar 10 minutos.
Con la ayuda de un rascador, retira toda la suciedad. Con un paño húmedo elimina lo que haya quedado y sécalo.
Limpia una vitrocerámica muy sucia
Limpiar una vitrocerámica sucia requiere paciencia. Con papel de cocina elimina los residuos líquidos que hayan quedado. Con la rasqueta, raspa toda la superficie en todas direcciones hasta terminar con las manchas.
Recuerda que la vitrocerámica no es porosa. Por tanto, cualquier mancha, siempre estará en la superficie. Después vierte un poco de pasta de dientes y espárcela con un paño limpio. Cuando la retires, utiliza el limpiador para vitrocerámicas. Quita cualquier resto con un paño húmedo y sécalo.
Como sacar brillo a la vitrocerámica
Para dejar la vitrocerámica brillante, solo necesitarás bicarbonato, vinagre de limpieza y limón. Añade bicarbonato en abundancia en las zonas más sucias. Vierte vinagre de limpieza y deja que reaccionen durante 10 minutos.
Al concluir el tiempo, solo tienes que retirarlo usando una rasqueta si es necesario. Por último, vierte el jugo de limón y sécalo con papel de cocina. Este truco úsalo solo una o dos veces al mes.
Para una limpieza diaria utiliza productos para vitrocerámica no abrasivos que te ofrece Hostelería UNO.