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Conocer las diferencias entre cerveza de grifo barril y la de botella es clave para garantizar una experiencia excelente a tus clientes. Porque la cerveza es una de las grandes protagonistas de cualquier bar o restaurante.
Y, lo cierto, es que una duda recurrente entre profesionales y clientes es esta ¿qué diferencias hay entre cerveza de barril y la de botella? Y quizás a simple vista pueden parecer el mismo producto, servido de formas distintas.
Pero no, no es lo mismo. Encontramos diferencias importantes en términos de conservación, sabor, carbonatación y percepción general de calidad. Vamos a verlo.
Tabla o índice de contenidos:
El envase de la cerveza y su conservación
Aquí encontramos las primeras diferencias entre el barril o grifo y las botellas.
Cerveza de barril o en grifo
La cerveza se almacena en barriles de acero inoxidable o aluminio, en volúmenes de entre los 5 y los 50 litros. Pero, una vez se abre el barril, la cerveza está en contacto con un sistema de presión que la empuja hacia el grifo y evita su oxidación.
Sin embargo, una vez pinchado ese barril, el contenido debe consumirse dentro de los 7 días siguientes, como máximo, para mantener su frescura y propiedades.
También necesita un frío constante y una limpieza regular del circuito para evitar contaminaciones.
Cerveza de botella en tercios o quintos
Las botellas de vidrio más consumidas son las de 20 y las de 33 cl, aunque podemos encontrar de otros tamaños. En estas botellas, la cerveza está pasteurizada o microfiltrada para una mejor conservación durante más tiempo.
Además, como es un producto más cerrado, mantiene sus propiedades intactas hasta su apertura. Pero esto siempre que se almacene adecuadamente, lejos de la luz y del calor.
El sabor y la frescura de una buena cerveza
Aquí también tenemos que observar diferencias esenciales:
- La cerveza de barril puede tener un sabor más fresco y vivo al no pasar por la pasteurización. También mantener matices aromáticos y menor oxidación y controlar más fácilmente su temperatura y refrigeración.
- La cerveza embotellada puede variar de sabor según el tiempo de almacenamiento o la exposición a la luz. Por eso, algunas de ellas evolucionan, como las artesanales o las de alta graduación. Aunque en general su sabor es más plano.
Según su carbonatación y textura
Aquí también encontramos ciertas diferencias entre las cervezas y según sus presentaciones.
- En las cervezas de barril la carbonatación es más suave y natural, ya que el gas es externo. Y el resultado es una textura más sedosa en la boca y una espuma más estable.
- Y en las cervezas en botella la carbonatación es más fuerte por la adición de CO2 antes de su embotellado o por presentar una segunda fermentación en la misma botella. Y el resultado es una sensación en boca más agresiva y una espuma más efervescente.
El coste, la rentabilidad y la percepción del cliente
Ahora vamos a analizar las diferencias según el punto de vista del negocio hostelero.
- El barril resulta más rentable por volumen, pero implica más responsabilidad en cuanto a su conservación, mantenimiento y formación del personal.
- Los botellines son más versátiles y fáciles de gestionar, ya que no requieren de instalación técnica, pero su coste unitario es más alto.
Y si debemos fijarnos en la percepción del cliente para valorar el tipo de presentación de nuestras cervezas, tendremos en cuenta que muchos consumidores asocian el barril con calidad y frescura.
Asimismo, cabe también comentar que otros muchos prefieren la cerveza embotellada por familiaridad, por coleccionismo o por preferencia de alguna marca concreta.
Así, puedes ver que las diferencias entre cerveza de barril y la de botella te afecta; tanto si te centras en buscar la mejor experiencia para el cliente como la versión más rentable para tu negocio.